La piel grasa está influenciada principalmente por la genética, lo que significa que, si sus padres tenían piel grasa, hay mayores probabilidades de que también la tenga. Más allá de la genética, los factores ambientales pueden intensificar la piel grasa. La humedad y el calor pueden exacerbar la producción de sebo, y dar lugar a una tez más grasa. Las causas relacionadas con las hormonas, la dieta y el estilo de vida también pueden contribuir a la producción excesiva de grasa y a una tez grasa.