Hay dos formas en que la piel envejece: a través de factores intrínsecos y de factores extrínsecos. Los factores intrínsecos se encuentran naturalmente en todo el cuerpo; estos incluyen su genética, metabolismo celular y hormonas. No tenemos mucho control sobre estos. Por otro lado, los factores extrínsecos del envejecimiento de la piel abarcan todo más allá del cuerpo, como la exposición a los rayos UV, la contaminación y las toxinas. Tenemos relativamente más control sobre estos, según su ubicación y estilo de vida.
Tomar medidas preventivas, como usar pantalla solar, humectarse, llevar una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad puede ayudar a reducir la formación de arrugas y líneas finas visibles. Para mantener una tez visiblemente juvenil, Lancôme ofrece una gama de productos antiedad que ayudan a sentirse y verse mejor.